Es el mejor arquero de la Argentina y uno de los 5 mejores del mundo. En junio próximo es casi seguro que defienda la valla del Barcelona de España, último campeón de la Champions League y donde juegan, entre otros, Ronaldinho y Messi. Sin embargo, no se olvida de sus orígenes ni del club que ama, Chacarita Juniors.
Si, señor, señora, es cierto, quizás al principio le costaba creerlo, lo leía en el diario y pensaba que era una mentira, que lo hacia para quedar bien o que simplemente estaba inventado por los periodistas. Bueno, hoy es el día que en esta nota se va a dar cuenta que todo era verídico, que nunca fue mentira y que lleva a “Chaca” tan adentro como cualquiera de nosotros, más allá de que no tenga tiempo de ir a la cancha para poder verlo y que su profesión no se lo permita.
Aquel joven que llegó de un pueblo humilde y pequeño pegado a la provincia de la Pampa, con el simple objetivo de probar suerte, nunca imaginó que se convertiría en lo que es hoy en día. Con solo 19 años fue el tercer arquero del seleccionado argentino, convocado, que participó del mundial de Alemania 2006. Pero lo mejor es que fue el arquero más joven en la historia de la “celeste y blanca” en integrar un puesto en el plantel que juega una copa del mundo.
En ese certamen no tuvo posibilidad de jugar, porque el dueño del arco nacional era Roberto Abbondanzieri, y fue sustituido por Leonardo Franco, de manera tal que nunca pudo demostrar lo que realmente es debajo de los tres palos, uno de los tantos errores de José Pekerman, pero eso es harina de otro costal.
Debutó a los 18 años en el arco de Independiente y los resultados nunca lo acompañaron en esa institución. Malas campañas, rachas adversas y técnicos que se iban para darle lugar a otros colegas. El último fue Jorge Burruchaga, un hombre muy querido por el.
A fines del año pasado en la sede del “Rojo” hubo un llamado bastante interesante. El Fútbol Club Barcelona estaba interesado en contratar sus servicios y ofrecían hasta 20 millones de euros, el precio más alto en la historia por un arquero. El equipo donde juegan Ronaldinho y Messi, los dos mejores futbolístas del planeta, se interesó en el, y lo que es más valorable aún, es que sin tener ningún título en su haber con su club, ya que en el 2005 obtuvo con la selección nacional juvenil la copa del mundo sub 20 disputada en los países bajos, era pretendido por la mejor institución del mundo a nivel futbolístico.
Este es Oscar Alfredo Ustari, “Osky”, aquel chico de América que nació el 3 de julio de 1986 y que cumplió 20 años estando en un mundial. Es el que hasta los 14 años jugó en el club Rivadavia de su pueblo y que vino a la ciudad a probar suerte, sin saber que lo estaría acompañando el éxito máximo de un deportista, ser el mejor en su puesto.
Una fría mañana con Omar Juani, a quién le agradezco su colaboración para realizar esta nota, y su hijo Matías, empezamos viaje hacia el predio que el conjunto de Avellaneda tiene en Villa Dominico.
Una vez allí, la gente de prensa de la institución, Gabriel Fernández y Martín Georgudakis, quienes no trataron excelentemente bien, nos recibieron y nos hicieron aguardar hasta que Oscar finalizara el entrenamiento. A los pocos minutos los jugadores titulares comenzaron a aparecer y a lo lejos se vislumbraba al “1”. Cuando llegó a la entrada del vestuario saludó amablemente y nos pidió unos minutos.
Lo primero que Oscar nos comentó cuando arrancamos fue el sentimiento que tiene por Chacarita, y como nació este: “Lo mío de Chaca es más que nada por el flaco Vivaldo, es una persona a la cual admiro mucho, tuve la suerte de conocerlo como ser humano y es un gran tipo. Pero bueno, cuando jugaba chacarita lo miraba todos los partidos porque sabía que estaba el. Después ver a Moreno como pateaba esos penales, que te daba una tranquilidad total, y a partir de ahí empecé a simpatizar por el funebrero”. Su fanatismo por el club de San Martín fue tal, que un día su mamá le compró todo el conjunto de el “Tricolor” y Ustari atajaba “en mi pueblo con la camiseta, el pantalón y las medias de chacarita”.
Además de comenzar a seguir al equipo por el “Flaco” y el “Charro”, una vez que estos dejaron la institución, “Osky” siguió manifestando su pasión por “Chaca”, ya que los colores le encantaban.
En la actualidad se le complica poder ver a Chacarita, aunque se sincera al decir que no mira mucho fútbol, solo lo que pueda ayudarlo a mejorar su tarea como arquero. Y aunque no mire al equipo del “Chulo” Rivoira, sostiene que “seguro va a ser candidato, siempre tiene que ser candidato chaca, sin dudas”.
El hecho de que Héctor Rivoira sea el actual director técnico de Chacarita, sin dudas le parece positivo porque lo considera un entrenador “que va a andar bien, porque sabe de que se trata esto, lo que pide Chaca para su equipo. Así que nada, desearle lo mejor y ojalá pueda darle un campeonato”.
Todo la alegría que le implica ver en los medios que su equipo obtiene un resultado positivo, lo pone aun más feliz, ya que en actual plantel hay un gran amigo suyo, el gran Patricio Pablo Pérez, a quién solo le dedica halagos.“Patito es un jugador extraordinario, que fue compañero mío en la selección, ahora le toca estar en chacarita y hacer goles, pero sinceramente se me hace difícil por mis compromisos ir a la cancha y verlo por tv también”, sostiene “Osky”.
Cuando ya no viste ese buzo multicolor y esos guantes blancos radiantes y deja de ser el número 1 de la selección e Independiente, Oscar Ustari es una persona común y corriente, recientemente casado que le gusta disfrutar de la vida con sus amigos y su familia. “Me gusta ver muchas películas, estar con mi señora y salir a algún lado o también pasar un rato con mis compañeros de siempre. Trató de salir de lo futbolístico básicamente”, asegura el pibe de América.
A pesar de su cortísima edad (cumple 21 en julio) Ustari ya estuvo presente en dos procesos distintos con el seleccionado nacional mayor. El primero llegó de la mano de José Perkerman y nada menos que para participar de un mundial. Ahora otra vez recibió el llamado de la AFA, pero en esta oportunidad el que comanda al conjunto argentino es Alfil Basile. Para Oscar es algo “muy gratificante estar de vuelta en la selección, uno en el día a día se esmera para conseguir esos objetivos, que por suerte hoy se están cumpliendo. Estoy disfrutando al máximo”.
Aunque parezca increíble, Ustari piensa en algún día ponerse la camiseta de Chacarita, pero esta vez oficialmente para defender esos colores que tanto ama, y el estar en la mira del Barcelona y jugar en la “celeste y blanca” no hacen que pierda de vista su primer amor. “Podría ser si, seguro, en un futuro, y sino se da lo que voy a hacer seguro es volver a mi pueblo y ponerme la tricolor”, asegura Oscar Alfredo Ustari.
No quiso obviar de lo que es, quizás, una de las partes más importantes que tiene el equipo de San Martín, que es su inmensa e incansable hinchada. Como no podía ser de otra manera, “Osky” tiene conocimiento de esto y cree que solo por su público fiel y seguidor como pocos “Chacarita tiene que estar en primera por la gente que tiene, más allá de si tiene un buen equipo. Me acuerdo que una vez fuimos a jugar un partido amistoso contra el funebrero y había gente mirando el cotejo como si fuera oficial. Después veía en la cancha que el tricolor siempre llevaba gente a todos lados, y uno de esos son los motivos que me llevan a creer que chaca tiene que estar en primera”.
Si algún día le toca estar enfrente de Chacarita, defendiendo el arco rival, con su magnifica habilidad debajo de los tres palos, Ustari lamentablemente no podría dejar de lado lo profesional. Oscar siente que si alguna vez ocurre eso, “desde mi lugar no puedo sacar lo profesional. Sin lugar a dudas que no me voy a dejar hacer goles, pero mi sentimiento por chacarita no va a cambiar ni mucho menos”.
No solo sabe de este “Chaca” actual, ni de estos últimos años, sino que se interesó en conocer parte importante de la historia del club. Jugadores ídolos del “Tricolor” como el “Gato” Leeb, de quien “conozco algo, si. Una vez vi un especial que le hicieron la gente del funebrero por un canal de cable y la verdad estuvo muy bueno”.
Es casi un hecho que en julio próximo, una vez que termine la temporada 2006-2007 de la Argentina, Ustari sea transferido al Barcelona de España, quien, para los que no sean concientes del club que está interesado en Oscar, es el actual bi campeón de liga española y líder del campeonato actual, está a un paso de acceder a las finales de la copa del Rey, en donde Lionél Messi marcó un gol parecido al de Maradona por las semifinales de ese torneo frente al Getafe, y además de ser el último campeón de la Champions League y sub campeón del mundial de clubes del 2006. Sin embargo, todo esto no hace que el actual portero del “Rojo” piense en el “Barca”, sino siga pensando hasta mitad de año en el conjunto de Avellaneda.
Por último, Oscar les deja un mensaje a todo el público que sigue fecha tras fecha al conjunto de San Martín: “Les digo que sigan así, que sigan con ese amor incondicional por el club, ese amor constante, que yo en mi lugar desde jugador de fútbol tener una hinchada así que te banca, te sigue y soporta cualquier tipo de cosa es gratificante. Así que nada, que sigan así y muchos éxitos para este año”.
Este es Oscar Alfredo Ustari, aquel que de un pueblo humilde y decente supo llegar hasta lo más alto del fútbol argentino y ya aspira a estar en la elite de este deporte a nivel mundial. Aquel chico del interior que supo ganarse el respeto de todos, pero no solo por ser el mejor en su puesto, sino además por caracterizarse de ser una persona humilde, trabajadora y respetuosa que nunca se la “creyó” y que sigue luchando todos los días por ser titular, aunque sabe que su lugar no corre riesgos, y se jacta de enseñar y aprender todo lo que el mundo del fútbol tiene para mostrarle.
Como si todo esto fuera poco, Ustari tiene lo más importante de todo, más valorable que su capacidad y habilidad para su profesión y su gran personalidad, y es obviamente su amor incondicional por Chacarita, que lo lleva en lo más profundo de su ser, y que espera, más allá de todos los clubes que lo esperan a lo largo de su carrera, no perder esa pasión inigualable que lo llevo desde un principio a sentir todo lo que hoy le pasa al ver la gloriosa “Tricolor”.
Ezequiel Gandiaga (Subcomisión de Prensa)

Fuente: Página Oficial (18/06/07)
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